Una vez llegamos a Mogán empezamos a caminar con la agradable sorpresa de la compañía de Tere, la chófer de la gaugua, que hizo el trayecto con el resto del grupo
Con una cuesta con gran desnivel, de más de 3 kilómetros, empezamos la caminata. El esfuerzo realizado se pago, con creces, con las vistas que nos ofreció aquella altura
Una vez en lo alto me sorprendieron los llanos que allí se encuentran y sobre todo, la cantidad de piedra en forma de laja
Acabamos el pateo por una pista de tierra algo tediosa y larga. Todo esto superado por la buena compañía y conversación
Compañía de gente nueva como Fermín y mucha satisfacción de la vuelta al grupo del amigo Toni
Las últimas lluvias han dejado este campo sureño muy verde y por lo tanto, mas bonito y agradable a la vista
Fotos de Rafael
Fotos de Vicente