Bajamos al polideportivo para subir hasta Riquianez. Es una gozada comerse un tuno tempranito. Mantiene el frescor de la madrugada, con un sabor que nada tiene que ver con el que se conserva en nuestras neveras
Comimos prontito ¡¡¡Como si estuviésemos apuraos!!!
Para llegar a Los Castillos tomamos otra salida, poco conocida, que va por la vertiente de Santidad Alta, por una acequia, de la cual queda ya muy poco, pero que por la dimensiones de la misma, en su día, tuvo que ser importante
Paramos en la cafetería de la gasolinera del cruce de la carretera de Los Chorros. Ha cambiado de propietario y ahora es otra cosa mucho más agradable. Refrescamos para empezar la subida hasta el pico
Y poquito a poquito llegamos a la casa de Osorio, que al amigo José Luis, no había visto nunca. Después de la visita tiramos para arriba. El día se puso de nuestro lado ya que apenas empezamos a subir se nubló, y cuando empezamos a bajar se despejó, con una suave briza nos refrescaba en la bajada
El día estaba maravilloso, diría que fotogénico, ya que no había señales ni de brumas ni calimas lo que hacía que se viera en la "lejetú" como decía el amigo Pepe Monagas
Las fotos no están muy allá porque el ordenador donde tengo los programas de postproducción pasó a mejor vida. Ahora a esperar a que aparezca una oferta interesante
Fotos de Rafael