Un camino empedrado con cientos con años de historia, y, apenas a unos metros, el gran puente de Silva, que nuestros ancestros no pudieron ni soñar
Cuando hicieron la carretera, literalmente, se cargaron el tramo de camino que continuaba hacia Guía y el noroeste de Gran Canaria
Subimos hasta la antigua carretera que pasa por delante del Cenobio, para encontrarnos con la boca de un túnel. Labrado perfectamente, con altura suficiente para no tener que agacharnos, nos lleva hasta la trasera del Cenobio de Valerón, en el barranco del mismo nombre
Desde allí subimos al lomo del Gallego donde disfrutamos del Tagoror con sus asientos característicos
Volviendo a la carretera general bajamos a unos terrenos desde los cuales, unos atrevidos bajaron hacia el barranco del Río, que cortaba camino. Otros más temerosos, tuvimos que ladear todo el barranco para cruzar a la parte de enfrente
Lo que si es penoso es que no pudimos seguir costeando debido a que los invernaderos han llegado hasta el mismo risco, impidiendo el paso
Tuvimos que patear tediosamente por pistas de cemento y tierra hasta llegar a la Atalaya y terminar la caminata por puro alquitrán hasta Roque Prieto
Caminata, de unos 20 km, para recordar las partes buenas y olvidar el resto
Fotos de Rafael
Fotos de Dani
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